Los Aiguamolls del Empordà: una visita imprescindible para los amantes de la naturaleza y de las aves.
Este parque natural, creado en 1983, está ubicado en la llanura ampurdanesa, entre las desembocaduras de los ríos Fluvià y Muga en el Alt Empordà, y la desembocadura del río Ter y las Basses d’en Coll en la playa de Pals en el Baix Empordà. Hoy en día, el nombre de “Aiguamolls” se asocia popularmente a la reserva natural del Alt Empordà. Debido al drenaje durante el siglo XIX para reconvertir las tierras para la agricultura, hoy el tamaño de los humedales es mucho más reducido y se encuentra dividido en diferentes áreas. No obstante, este parque sigue siendo uno de los lugares estratégicos más importantes de toda Europa para la migración de millones de aves que atraviesan el Mediterráneo para ir o venir de África. Los Aiguamolls del Empordà son uno de los espacios naturales de Cataluña en el que se observan una mayor variedad de fauna convirtiéndolos en área de alto interés patrimonial y paisajístico. Las aves hacen de este parque su refugio y lugar de descanso. Se contabilizan más de 300 especies, muchas de ellas protegidas y de un a gran belleza, de las cuales más de 80 nidifican de manera regular aquí. El mejor momento para hacer una visita es durante la primavera o el otoño, la época de las grandes migraciones, pero realmente durante todo el año hay cosas a ver. Las aves más coloridas de Europa se pueden ver aquí: desde el martín pescador, flamencos, falcones, cormoranes, garzas reales, cadeneras, la cigüeña blanca hasta los coloridos patos. Un número infinito de aves han encontrado aquí su lugar de refugio. A primera hora de la mañana el visitante tiene la posibilidad más gran de ver algunos de los animales que viven en el parque, como el jabalí, el gamo, los caballos de la Camargue, las nutrias, la comadreja, el tejón o el zorro rojo. Hace unos años, se instauró un programa de cría de cigüeñas blancas y introdujeron de nuevo las nutrias. A lo largo del parque hay miradores con vistas panorámicas del parque y de las lagunas por lo es altamente recomendable llevar prismáticos. Entre los mejores miradores, destacan tres antiguos silos para guardar arroz en Sennillosa, reconvertidos en miradores de 22 metros de altitud. No dude en hacer una visita a esta zona excepcional conocida mundialmente!
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